La playa está hoy tan sucia que las gaviotas se están comiendo las compresas con alas. El anuncio de El Bulli ha hecho estragos y un grupo de fanáticos del naturismo y la cervecita han ocupado el mejor rincón y lo han sembrado de latas y de paquetes de Matutano (¿a que no puedes tirar sólo una?). Algunas señoras vienen a la playa tempranito, con sombrilla, nietos y el pelo cardado de peluquería. Han hecho las camas, han preparado la ensaladilla, la tortilla de patatas, la carne empanada, han puesto la lavadora, han fregado el saloncito, han planchado la ropa del marido, la hija y el yerno, han ido a por los antiinflamatorios y ahora…… se relajan en la playa: ¡Christian, no pisotees a tu hermana! Vacaciones pá tós….
Los demás nos hemos colocado al abrigo de este chiringuito-oasis, bareto más bien mugriento, pero hace las funciones de abrevadero para los ávidos de sol y nos deleita con los hits veraniegos. ¡La madre que parió al discjokey! Me acabo de pegar un condón de fresa en la chancla. ¡Puaj! ¿Cuánto es una Coca-Cola? ¡3 euros!. ¡Cagonsumadre!. En la lista de las tapas sólo hay empanadillas y croquetas congeladas y los bocadillos de lomo con queso están resecos y envueltos en papel desde antes de ayer, por lo menos.
Entra el tío-feliz, con su barriga, su sello y su esclavita dorada; el hombre- verano, el espécimen con síndrome de barra de bar ( come de pie en cualquier lado, ensucia en cualquier lado y tiene deudas en cualquier lado). Apoyado en su cubata, encarga paella pá 10. Con mucha cigala, que hoy viene fuerte el amigo Jhonny Walker.
La humareda pestilente y el reguetón dan al ambiente una alegría de baratillo, de gente de a pie. Le asoman los pelos de los dedos por entre las tiras de las chanclas y aún así este tío se empeña en poner los pies en el respaldo de la silla para ligar más bronce. Las gafas de los chinos le freirán la córnea, pero él se siente glamouroso.
Están friendo las bravas en el mismo aceite que la temporada pasada, pero con litros de sangría se engullen bien. A los chiquillos les importa poco la fritanga, a los obesos incipientes, menos. A la Seguridad Social, sí. Pero eso es cosa de la Nintendo, dicen. Durante dos meses su menú se compone de macarrones, patatas fritas y helados, mientras sus señoras madres se atiborran de Activias, porque ellas no están gordas, sólo son de tránsito lento.
La operación bikini no convenció a nadie, excepto al Sr. Dunkan que arrasó en las librerías, y a Corporación Dermoestética que se ha cobrado algunas tetas nuevas, bien tiesas, como dunas emergentes en la línea del horizonte. La autoestima de estas chicas de pechos turgentes da una envidia que te mueres. Sigo con la novela y le hinco el diente a mi nectarina.
En esta playa del área metropolina de Barcelona todo el mundo debe tener algún pariente mahorí, tú, porque yo veo mucho ancestro dibujado en la espalda, en los brazos- ¡joder, qué brazos!- en …. ¡Cagondiez! Con lo que debe doler eso. Pelotazo en todo el libro.
Me voy a duchar y me acompaña la niña de los Limones del Caribe. Esta come menos que un caracol en un espejo, pero la felicidad que le embarga duchándose con pose de estrella de cine porno frente a la vía del tren destino Calella, la nacional y el chiringuito entero es tan enorme que han lanzado salvas desde el balcón del ayuntamiento de Montgat y lo han declarado día grande.
Me voy a casa. Los vecinos me restriegan por la cara su flamante barbacoa. ¡cagontoloquesemenea! Y encima huele a chorizo gallego…
¿Gazpacho o ensalada? Ya llegará el invierno, ya…..
Mapatxe77
julio 11, 2011 @ 11:59
Se me ocurre que, si tiene usted un momento libre, Oh Ilustre Escriba, tal vez le apetezca echarle una lectura a esto… Ah, y es altamente recomendable el video que hay al final sobre la firma del contrato. 😉
http://orsai.bitacoras.com/2011/06/adios-industria-editorial.php