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Biografía
cordero con cocuscous perfecta

Aroma Árabe. Recetas y Relatos. Salah Jamal. Planeta Gastro

 

Aroma Árabe es un libro que rezuma sensualidad y belleza, esa hermosa y delicada virtud  de todo libro de cocina que se enmarca en una cultura, que cuenta las vicisitudes de un pueblo, de su historia, del mundo comestible que ha ido creando a lo largo de los siglos.  En su primera edición, allá por el 2003, mi buen amigo Ignasi Riera escribió en el prólogo de este libro unas frases que aún recuerdo porque me inspiraron  para preparar uno de mis primeros reportajes radiofónicos, el que, precisamente, había de dar el pistoletazo de salida a aquel año magnífico, el 2005, dedicado a los libros y la gastronomía y que, sin embargo,  pasó a la posteridad sin pena ni gloria, ahogado en un barullo de triunfalismo vacuo que hizo que se perdieran por el camino lo mejor de la cocina y las mejores páginas escritas.

«Un plato bien elaborado contiene todas las características de un poema: emoción, mesura, aroma, capacidad de excitar, invitación a vivir más apasionadamente»

Portada aroma árabe

Debía haberla  enmarcado y colgado  en el frontal de mi cocina. Y continuaba, mi prologuista preferido, imbuido, tal vez,  por las muchas lecturas de poetas sugerentes y sensuales de la otra Edad Media que nadie recuerda, o por el perfume sutil  de las flores de azahar en los patios y el chorro del té que cae en cascada sobre vibrante hierbabuena:

Porque se cocina desde el amor y para el amor, bajo los límites de lo saludable pero también a favor del placer. Aroma Árabe reivindica la vertiente hedonista del buen comer y el buen beber.

A mí también me sedujo desde la primera línea, me atraparon sus conocimientos, la humildad de este libro culinario que va más allá del propio plato, pero que  parte de él para explicarnos un universo. Y es que quien entienda la cocina únicamente como una recopilación de recetas se equivoca. Y muchos menos, el que, en una visión reduccionista, masculina y ególatra, la convierta en el logro de un pocos marmitones. Lo que se cuece entre fogones son  siempre los relatos y las vidas  de sus hacedores/as, que son comunidad, y,  casi siempre, anónimos.

Salal jamal

Por eso Salah Jamal nos atrapa «en su cocina»  de Aroma Árabe con su pluma cargada de pequeñas historias de mujeres que se transfieren fórmulas para cocinar berenjenas o limones, para casar a las hijas o para cumplir con la virtud, que no precepto, de la generosidad con el prójimo.

BABA-MUY-BIEN

Si preparáis un «coqueto y vicioso baba januj» ,  ese puré que causa «extrema insaciabilidad entre los comensales por su  textura ligera y bailarina» no olvidéis antes leer esta historia que nace de la unión entre una morada berenjena, un santo varón y el deseo de una madre por apartar a su hija de esa voluntad de vivir más y más apasionadamente que el buen Ignasi nos recordaba al principio:

«En mi entorno familiar sucedió esta curiosa anécdota, la cual no tiene nada que envidiar a las contadas en las novelas del género del realismo mágico. Mi tía, la esposa de mi tío paterno, una mijer muy creyente y a la vez muy ingenua, transmitió su ilustración popular y si inquebrantable fe religiosa a su única hija. Por poner un ejemplo, le prohibió, entre otras cosas, comer este puré, con la esperanza de que creciera serena, equilibrada y nada mimosa. Efectivamente, cuando la niña tenía quince años, aparentaba treinta, era tan serena como arisca, nunca abría  la boca y rechazaba a cualquier chico que intentara acercarse a ella con palabras dulces. Mi tía falleció y mi tío volvió a casarse con una mujer originaria de Siria. Esta, de ligeras convicciones religiosas y gran entusiasta de las supersticiones populares, cría ciegamente en el poder misterioso y casadero del baba januj. Así pues, no dudó en atiborrar a sus seis hijas con este puré. Pronto se vio que las niñas iban creciendo con un evidente y exagerado grado de coquetería, que despertaba la lujuria en cualquier alma. Todas ellas se casaron antes de llegar a los quince años de edad. Pero la alegría de la madre duró poco. A principios de los años 80, en el mundo árabe-musulmán se produjo una  fuerte oleada de reislamizamización, que dejó en la cuneta a esas seis coquetas e irredentas mujeres: «lógicamente», fueron divorciadas una tras otra. Y , por cierto, la hermana tampoco se casó, ni siquiera en esa época reislamizadora, sin duda, la más propicia para las mujeres conservadoras. Se supone que se le pasó la edad. De ahí proviene, presumiblemente, el comentario de las mujeres de nuestro ámbito familiar «del baba januj, ni poco ni mucho.»

índice aroma árabe

 

Samal Jamal, autor de este delicioso libro de Aroma Árabe, es Doctor en medicina y Cirugía, licenciado en Geografía e historiador y profesor de Diversidad Cultural y Alimentación en la Universidad de Vic, además de un gran escritor gastronómico.

 


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Por Ines Butrón
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