A estas alturas seguro que ya habrás probado montones de tartares: de carne, de atún, de salmón.. La moda del Raw Food pega fuerte.
Este plato es de lo más versátil y sólo requiere buenos cuchillos y producto de primera. Cada cual le añade de su cosecha lo que más le apetece y le da su toque personal, como debe ser. Así, habrás visto tartares de atún o salmón que combinan con aguacate, mango, huevas de diferentes clases, vinagretas de todos tipos, aliños, hierbas, especias.
Nosotros lo hacemos de una manera muy simple. Casi no tenemos que comprar nada ex profeso, porque de todo esto solemos tener en la nevera, de manera que, cuando queremos comer tartare de salmón, lo único que tenemos que hacer es sacar la pieza del congelador ( hay que congelar el pescado! al menos 24 horas antes de comerlo crudo, por precaución). Es un plato ideal para noches de verano en la que uno sólo quiere comer algo fresco y olvidarse de los fogones. Por otra parte, en 10 minutos tendrás una recetas ligera y sana, llena de Omega 3 , sabrosa e, incluso, apta para días especiales como aperitivo junto con unas tostaditas y queso de untar. Esperemos que saques tu mejor cuchillo y disfrutes de esta apetitosa y fácil receta.
Ingredientes para 4 personas:
600 gr. de salmón, aproximadamente, limpio de piel y espinas.
2 huevos duros de gallina o 4 de codorniz.
Una cucharada sopera de alcaparras.
3 pepinillos grandes en vinagre.
Un puñado de aceitunas negras ( de Aragón, Murcianas, kalamatas, etc)
Cebolleta tierna
Zumo de lima
Cilantro, perejil, cebollino, eneldo ( todas las hierbas son opcionales, a gusto del comensal)
Sal Mandon y pimienta negra.
Aceite de Oliva Virgen Extra
Preparación:
Corta en daditos pequeños el salmón y pásalo a un bol , cuenco o plato hondo donde ir poniendo el resto de los ingredientes (cebollita y encurtidos) bien pìcados.
Cuece los huevos. Si son de gallina, nada más 10 minutos. Si son de codorniz, con 3 minutos basta. Enfríalos, pélalos y añádelos al bol.
Salpimeta el conjunto y añade las hierbas de tu gusto. Resérvalo en la nevera hasta el momento de servir.
Rocía con zumo de lima, pero no abuses del cítrico porque cocerá en exceso el pescado.