A pesar de su apocalíptico nombre, las trompetas de la muerte son una de las setas más sabrosasa que podemos encontrar en el otoño. Nosotros hemos utilizado estas trompetas de la muerte de nombre tan escalofriante con otros platos y siempre nos han dado muy buen resultado, tanto frescas como secas y posteriormente rehidratadas:
Crema de castañas, huevo poché y trompetas de la muerte
Codillo al ron añejo con castañas y trompetas de la muerte
Hoy, sin embargo, nos decantamos por usar estas trompetas de la muerte en un arroz. Esto es lo que yo llamo un arroz de diario, un arroz con productos humildes, rescatados del cajón de la nevera, que no tiene suficiente empaque para ser una paella de domingo, pero bien vale para comer en familia entre semana. Eso sí, el resultado y el sabor están a la altura de los mejores arroces que hayas probado.
Puesto que son arroces que se improvisan, todo empezó del siguiente modo.
Teníamos un arroz bio con trompetas de la muerte y tomillo que queríamos aprovechar para un arroz de montaña.
El día anterior habíamos cocido algo de morro ( como unos 400 gr.) que pensábamos comer con aceite y pimentón, como la oreja a la gallega o a la vizcaína. Resultó ser demasiado, por lo que guardé unos trocitos en un tupper, en la nevera.
Morros a la vizcaína con verduras de primavera
Y quedaban unas alcachofas que pedían a gritos que se les arrancara el corazón:)
En una jardinera me habían crecido unas habas, pero no eran suficientes para un plato. Eran tiernas y bastante pequeñas, así que las incluimos en este arroz. Ya veís como, aveces, no es necesario una receta, un «plan trazado» para conseguir un plato de lo más sabroso: buen provecho!
Ingredientes:
Al margen de esto, obviamente teníamos una cebolla, 4 tomates maduros, un diente de ajo y un buen fondo moreno.
Preparación:
En una paellera saltea el morro ya hervido (una hora más o menos con un par de hojas de laurel). Más vale que tengas una tapadera a mano, porque las salpicaduras son mortales.
Prepara el sofrito en el mismo aceite con la cebolla bien picada, el diente de ajo y los tomates rallados. Rehoga un poco las alcachofas cortadas en cuartos. Cuando todo tenga aspecto de mermelada, anacara el arroz.
Añade el fondo bien caliente y las habas.
Deja cocer 18 m. y reposar un par más.